sábado, 6 de mayo de 2017


Cuando estaba contigo, te miraba dormir por las noches y pensaba que si tuviera la oportunidad de volver al pasado y enmendar mis errores, y tomar otros rumbos, cualquiera sea el destino, te hubiese vuelto a elegir. Te hubiese buscado a donde estés, a donde sea, y cual si fuera una loca, hubiese hecho lo imposible por tenerte en mi vida, nuevamente. Estaba convencida de que eras todo lo que necesitaba para ser feliz.  Aun cuando todo se estropease, nunca me hubiese sentido derrumbada, nunca hubiese pensado que todo salió mal, porque todos los caminos me hubiesen conducido a una vida a tu lado. 
Hoy, que ya no te tengo, y que han pasado bastantes días sin dormir a tu lado, intento entender como solía amarte tanto, con tanta pureza y solidez. ¿Como es que alguna vez estuve dispuesta a tanto y hoy solo eres un buen recuerdo?. ¿Como me prometí a mi misma que en cualquier destino te buscaría?. Aveces pienso que es porque en el presente, cuando te miro, ya no te veo ahí, pero al cerrar los ojos si te veo en mis vivencias pasadas. Ahí te haz quedado, y muchas veces lloro y me siento horrible, y es porque no se en que momento desaparecimos, ambos. 
Muy en el fondo, lo triste de esta historia no es ya no amarte, si no despedirme de aquella felicidad que alguna vez abracé y me hacía estremecer. Aceptar que ya no volverá, y vivir en la incertidumbre de volver a experimentar algo así. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario