domingo, 30 de diciembre de 2012

Carta para Alma



Te lo pregunté, una y mil veces, cada noche esa obscura pesadilla, tu mano alejándose de mi, y tú sin una explicación para darme.
Ho Alma, cada caricia, cada beso, cada gesto, me lo enseñaste tu, tu haz creado en mi otra persona y sin ti no estoy completo, no soy capaz de sobreponerme. 
Querida tengo miedo, y lo sabes, eres consciente de mi amargura, de la abatía que ha sumido por completo mi ser, no seré capaz, siento que no podré con este dolor. Por mas que he intentado no hay nada, nada que pueda remplazar una pequeña porción de tu inmensidad y temo, lloro y por momentos desespero, intento recordarte, intento no olvidar tus ojos, intento pensar en lo suave de tus labios, en la textura de tus brazos cuando beso tu espalda, en el lunar detrás de tu oreja que sé que solo yo conozco, en tu sonrisa eterna, en lo mucho que te gusta mirar la luna cuando esta llena y en las muchas veces que lloraste, porque querías hacerme entender, querías hacerme ver lo que hoy es tan claro, lo que hoy extraño. 
Ayer caminaba por el pueblo, como hacíamos siempre, justo antes de que salga el sol, me he sentado en la banca junto a la pileta y he leído tu libro favorito. Un pequeña se ha sentado a mi lado y ha preguntado el motivo de mis lagrima. Yo no he sabido que responder, en el fondo nadie sabría que responder, solo es algo que se siente, aquí en el pecho, y en la cabeza, en la respiración, es horrible Alma, solo deseo morir pero aún hay una pequeña esperanza escondida en mi que me dice que volverás. Esa pequeña niña a cortado una rosa y me la ha obsequiado. 
Cuando he vuelto a casa la he dejado bajo el estante y he sentido su fuerte aroma, dulce, puro, delicado. Enardecido he destruido todo a mi paso, no he podido controlar mi mente, me he perturbado Alma, de tan solo pensar que olvidaré tu rostro, tu risa, todos los momentos, todo lo feliz que fui a tu lado, ni siquiera he podido recordar tu aroma querida, no he podido, por mas que he buscado dentro de mi, estas desapareciendo Alma, te estas yendo poco a poco, y poco a poco te estas llevando mi vida.

Por siempre tuyo.