martes, 31 de enero de 2012

Ventana


Ayer te encontré en las calles, lánguidamente caminabas al encuentro de alguien así que no deje que me vieras. Seguí recolectando estrellas pero no me fue muy bien, cuando ya había aparecido el crepúsculo a mitad del cielo mi cesta no estaba ni a la mitad. No lloré, solo pensé que la próxima vez me iría mejor. Llegue a mi habitación, deje la cesta sobre la cama, no paso ni un abrir y cerrar de ojos, un pequeño descuido y sucedió... Nunca había visto tantas estrellas, y nunca habían sido tan bellas y brillantes como esa vez. Sabes? Nunca hubiese deducido que fueses tú, si no fuera porque te dejaste tus lágrimas en la cabecera. Te debería agradecer por muchas cosas, especialmente por darme el privilegio de sentirme así, sé que tu intensión no es alimentar mi ego, solo solucionarme la vida, actuar sin esperar nada a cambio, eso es lo que te hace más hermoso que nada. Ojalá fuese tan hermosa como tú, ojalá provocará sensaciones como estas...

Los ángeles ese día se sintieron más orgullosos de mí que nunca, en mi honor dieron un banquete, ahí estaba todo el mundo, todo el mundo para mí, todo lo que más importa, todo gracias a ti. Los Unicornios me vinieron a buscar y luego murciélagos me devolvieron a mi habitación antes de saludar a la aurora. Baile con Magos, Reyes, Hadas, Vampiros y hasta duendes y Gnomos, con los que tenía cuentas pendientes, pero solucionamos las rencillas. Ese día todo fue felicidad, el temor tuvo invitación a la celebración, pero fue disfrazado de alegría, las hechiceras hicieron conjuros y los firmaron en el nombre de Dios, las sirenas impresionaron con su orquesta y las animas danzaron hasta mas no poder, entre gorilas, monos, orangutanes me prepararon un show circense, deje que un siego besará mis ojos y creo que nunca antes había visto más claro. Cuando desperté a medio día encontré tu mensaje en la pared. Por fin lloré, no aceptaba que no te volvería a ver, porque sé que cumples tus promesas, no podría preguntar a nadie cuando volverías, no podría estropear todas las estrellas de mi cesta, no podría estropear todas las de la galaxia, porque igualmente sería inútil. No sabía que debía hacer, pero no quería quedarme sin hacer nada...