Yo sentía que afuera no era oscuro, pero como podía saberlo, el había cerrado mis ojos para jamas abrirlos. Mientras rezaba en mi mente se creaban todo tipo de trastornos, la agorafobia por momentos me hacia alucinar con la textura de la sangre corriendo por mi cuerpo, intentaba recordar su color, pero hasta las palabras que mas amaba se habían borrado de mis recuerdos. Me recostaba en la madera mojada del lugar en el que me encontraba y con ayuda de mis uñas me automutilaba, lloraba, sufría, pero era necesario, intentaba comunicarme con mi cuerpo, intentaba preguntarle si aún se encontraba con migo, rasgaba mi espalda con irá y luego acariciaba mis heridas, el mientras tanto se divertía viendo el espectáculo. No sabía nada, ni su nombre, ni quien era, ni por que me odiaba tanto, solo conocía el sonido que emitía al reír, era desgarrador, me producía arcadas, la piel se me erizaba. A pesar de no llevar ropas y sentir la lluvia helada alcanzando mi cuerpo sentía calor, una insoportable sofocación que me consumía, cada ves era mas fuerte, por lo que sentía que se acercaba mi final, deliraba...
